Llego a esta historia, para mí hermosa, gracias a la cancelación de la serie de Netflix “Anne with an e” (creada por Moira Walley-Beckett en 2017) que, obvio, estaba felizmente mirando. No podía quedarme sin saber de dónde había surgido este relato, así que imaginé que quizás podría estar basado en algún libro. Me dije: no sería raro, cada vez hay más adaptaciones de novelas a series.
Y así fue. Después de haber googleado un poco, descubrí una saga conocida por el nombre de la primera novela, Ana la de Tejas Verdes o Anne of Green Gables en inglés, para quienes no sean tan fanáticos de las traducciones.
Esta saga escrita por Lucy Maud Montgomery, oriunda de Canadá, quien dedicó su juventud a estudiar y enseñar, fue maestra y luego (también) escritora, se completa con nueve novelas en total, que nos cuentan la vida de una pelirroja muy divertida, en un pueblo increíble y con vecinos de todo tipo.

Acá les cuento un poquito más en detalle esta primera parte.
Ana Shirley, una huérfana de 11 años, es adoptada por error por los hermanos Marilla y Matthew Cuthbert, quienes esperaban un niño que ayudara en los trabajos de la granja.
Con su corazón soñador y bondadoso, con su lengua charlatana y con su gran imaginación, Ana conquista a todo Avonlea, el pueblo que se ha convertido en su nuevo hogar, junto con Tejas Verdes, la granja de los Cuthbert.
A lo largo de este camino los lectores acompañarán a Ana en su crecimiento, conociendo a su “amiga del alma” Diana, justo antes de los primeros días de clase, la emoción de la primera vez que la llamaron “señorita”, la adrenalina de las primeras travesuras y los interminables errores domésticos.
“Me conduje bastante bien hasta que metí el pastel, y entonces me acometió una irresistible tentación de imaginar que era una princesa encantada encerrada en una torre, con un caballero que venía a rescatarme montando en un caballo negro. Por eso me olvidé del pastel”.

Cada capítulo de esta novela, creada y ambientada en la Isla Príncipe Eduardo, trae aventuras del día a día de una niña con mucha curiosidad, que van dejando aprendizajes para Ana, desde no confundir el azúcar con la sal en la preparación de una torta hasta la importancia de no arruinarse el pelo con tintura desde tan chiquita, por inseguridad.
Su lectura es amena y optimista, la autora juega con un tono divertido que la hace un poquito irresistible, va a robarles más de una sonrisa con situaciones tan inesperadas como disparatadas.
“Las dos pequeñas y blancas figuras cruzaron corriendo la habitación, pasaron la puerta del cuarto de huéspedes y se lanzaron sobre el lecho al mismo tiempo. Y entonces algo se movió debajo de ellas, se oyó un sonido entrecortado y un grito, y alguien dijo con apagado acento:
¡Dios misericordioso!”.
Si bien hay que tener en cuenta que la obra fue creada a principios del siglo XIX en Canadá, la utilización de un lenguaje cotidiano evita complicaciones.
Además, cuenta con descripciones de paisajes soñados, pasando por todas las estaciones del año, de la nieve a las flores, que crean el escenario de esta hermosa historia.
“… un octubre glorioso, todo rojo y oro, con dulces mañanas en que los valles estaban cubiertos por brumas delicadas, cual si el espíritu del otoño las hubiera puesto allí para que el sol tallara amatistas, perlas, plata y rosas”.
Podrán encontrar muchas ediciones de diferentes editoriales del mundo. Personalmente, tengo un ejemplar de la editorial Del Fondo, con un diseño colorido y preciosas ilustraciones de Ana Monticelli que acompañan la experiencia lectora.
El libro tiene un tamaño intermedio, cómodo para llevar; son 364 páginas en total, con un tamaño de letra que invita a una lectura ágil.
Un dato interesante es que también cuenta con algunas notas explicativas, relacionadas a la traducción, que complementan la comprensión total del libro.
Les recomiendo esta novela si les gusta la literatura juvenil y las novelas de época, ya que mezcla lo mejor de los dos mundos: la frescura y las emociones intensas de la juventud, con ese aire nostálgico y elegante que tienen las historias ambientadas en otra época.
Es una lectura súper fluida, ideal para desconectar en vacaciones o para tirarse en el sillón y dejarse llevar un rato. Si están buscando algo divertido, relajado y con un toque romántico, esta novela es para ustedes.
Anímense a entrar en este mundo, todavía inocente y divertido que, como a mí, quizás los conecte con recuerdos y experiencias de la niñez.
Ana la de Tejas Verdes
Lucy Maud Montgomery
Del Fondo Editorial, 2021
Desde que aprendí a leer las primeras oraciones, descubrí un mundo inagotable de aventuras de todo tipo. Me apasiona la literatura en todas sus formas.
Soy lectora editorial, ex alumna del Profesorado de Lengua y Literatura y siempre podrán encontrarme en una librería buscando mi próxima lectura.