En el tramo presente de su prolífica obra Cisnero se aboca al recuerdo. Un trazo grueso une, en los planos de su memoria, una de las etapas más dolorosas del país —la Argentina— y la parte escarpada y trabajosa, no pocas veces sufriente, de la edad humana. “Clase 75” significa “estoy casi en los cincuenta y soy este producto de ellos”. Cada alusión se superpone a las otras, y ninguna es redundante. El íntimo plano, junto con el político, el social, el metafísico, se incrementan en un roce continuo en esta lengua áspera, precisa, material y sin embargo flexible hasta casi vaporizarse. Cisnero detiene el vértigo increíble de la cuarta parte final del siglo anterior y el comienzo del milenio, cuando la historia enterró de apuro cuerpos e ideas y estalló en una aceleración con olor a fuego. Así, desde las primeras líneas de este poemario, la literatura —lo que decir se puede— aparece en un concreto paisaje (“el viento mecería achiras / sobre la margen del asfalto, / restos de caucho, tizne”). La épica es aludida como un discurso derrotado: “¿mantuvimos las apariencias / tras los elementos figurativos / del lenguaje para con la derrota / librarnos de la derrota?”. Tiene apariencia de almanaque, de borrador, aunque con estrofas rectangulares la misma se recupera, y es ella la de una noticia hilvanada en la locura del hogar y los piquetes: locura de sobrevivir a ese margen que devora la historia desde implacables pantallas y hechos dinámicos, brillantes, sonoros y confusos. Un hito será este libro como eje de un tiempo socialmente marginal y políticamente medular.
Jorge Aulicino
5-
escuchar nuestras voces hace
que entendamos alguna parte
de nosotros mismos, nada que
no estuviésemos dispuestos
a cumplir. en todos estos años
no nos movimos de tal premisa.
y eso se convirtió en el principio
de todo, de nuestro amor. lejos
de los mosaicos de píxeles.
Merlina, Vera, nos conocemos
desde hace mucho más tiempo
del que tratamos con el mundo
que nombramos y nos incluye
a la vez. felices ahora por haberlo
sido desde entonces.
10-
más que la planta y la bestia
tranqueamos con el riesgo.
en tanto progresa el día.
mañana será otro pálido
recuerdo. verás la sombra
de un rincón y algunas flores.
una sola línea sincera basta
para distinguir la propina
de la limosna. así nos
lo dijo el corazón.
30-
la clase prebendaria, la clase
dominante, la clase intelectual
tienen quienes le escribirán
desde una capacidad receptiva
respecto del mundo: añicos
helenos, ponchos de goma
e instrucciones en castellano
para el uso de la palabra,
con moción interna, cuerpo
sensible, espíritu, número,
exclusivamente poetas. resulta
indistinto, a los conchabados,
el recambio del tropel bárbaro
(hoy llegaron), como ver aparecer
a jesús en los tres billetes de mil
pesos (tal el jornal en plata de hoy)
o en el crujido, la manifestación
del movimiento de las partículas
moleculares de agua en la carne
prieta de la mila al descongelarse,
una cada día (merced al período
especial del gobierno popular
en curso, no importa cuándo leas
esto). no se vayan, campeones.
casi todo lo demás se puede
abandonar. ¿por qué ya no
intentan convencer a nadie?
nosotros nos incluimos afuera.
el universo está compuesto
casi en su totalidad por vacío.
33-
esencialmente en buenos aires,
indemne a la luz de buenos aires,
consigno que no ha mucho tiempo
(en un lugar del fondo del tiempo,
aquí y aquí, las mismas estrellas,
de cara a un montón de estrellas)
nos complacía tenernos muy cerca
juntar las manos, tanta fe, cerca,
al conjugar el día o la noche.
e inmediatos a la delusoria noche
del mar, lleno de frío y recuerdos
de recuerdos de otros recuerdos
que no son menos tuyos que míos.
esencialmente idos, tuyos y míos.
38-
Vera trajo el jazmín en un vaso
con agua. este año la planta solo
dio una flor, tenemos a nuestra
vista lo que en ella hay: la luz
de la luna, un llamado que conforta
del mundo y sus convenientes
menudeos; no es preciso identificar
al autor de ese signo perfumado
que sin necesidad de alfabeto
en un rincón de la ciudad
nos cuenta nuestra propia historia,
nos contempla al fin.

Alberto Cisnero (La Matanza, 1975)
Publicó: “El límite de la materia” (2012) y otros libros; en 2026 publicará “Román paladino”, en 2027 “Este libro es para vos”; en 2028 “Recuerda esa palabra”; y así sucesivamente. Vivo o muerto.